Retraso en el habla en niños
Causas, Signos, Síntomas y Tratamiento
El desarrollo del habla en niños hispanohablantes puede ser un camino lleno de variaciones y desafíos únicos. Mientras algunos niños logran una adquisición del lenguaje sin problemas, otros pueden enfrentar retrasos que generan preocupación en sus padres y educadores. Este articulo pretende ser un recurso informativo integral para comprender mejor las causas y características del retraso en el desarrollo del habla en niños hispanohablantes. Exploraremos cómo los desórdenes específicos del lenguaje pueden influir en el desarrollo del habla, además de brindar orientación sobre cómo identificar, diagnosticar y abordar estos desafíos.
- ¿Qué se considera un retraso en el habla?
- ¿Cuál es la diferencia entre un retraso en el habla y un retraso en el lenguaje?
- ¿Tu hijo tiene un retraso en el habla?
- ¿Cómo se diagnostican los retrasos en el habla?
- Consejos para apoyar el desarrollo del habla de tu hijo.
- Ejercicios útiles en casa que los padres pueden utilizar para mejorar el retraso en el habla.
- ¿Cómo evalúa y trata Cerebros en Accion el retraso en el habla?
- Preguntas sobre el retraso en el habla para hacerle al Pediatra, Neuropediatra o Fonoaudiólogo, logopeda o terapeuta de lenguaje y habla.
¿Qué se considera un retraso en el habla?
El desarrollo del habla en los niños pequeños sigue ciertos hitos importantes. Desde balbucear en los primeros meses hasta formar frases simples alrededor de los dos años, cada etapa marca un avance significativo en la capacidad comunicativa del niño. Por ejemplo, entre los 12 y 18 meses, los niños generalmente comienzan a decir palabras simples como "mamá" y "papá". A los 2 puede decir alrededor de 50 palabras y empezar a hablar en oraciones de dos palabras y a los 3 años, su vocabulario se expande rápidamente y empiezan a formar oraciones de dos a tres palabras y su vocabulario aumenta hasta las 1,000 palabras.
Un retraso en el habla se refiere a cuando un niño no alcanza estos hitos en el tiempo esperado. Es un problema de desarrollo común que afecta hasta al 10% de los niños en edad preescolar en Estados Unidos y países de Latinoamérica como Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Colombia y México.
Es crucial que los padres y cuidadores observen el desarrollo del habla de sus hijos y busquen una evaluación profesional si notan algún retraso. La intervención temprana es vital, ya que puede mejorar significativamente las habilidades comunicativas del niño y prevenir problemas futuros. Consultar a un Fonoaudiólogo profesional, Logopeda o Terapeuta de lenguaje y habla, puede proporcionar las herramientas y estrategias necesarias para apoyar al niño en su crecimiento comunicativo.
¿Cuál es la diferencia entre un retraso en el habla y un retraso en el lenguaje?
Es común que tanto los padres como los profesionales no capacitados se confundan entre el retraso en el habla y el retraso en el lenguaje, aunque afectan de manera diferente el desarrollo comunicativo de un niño. Comprender estas diferencias es esencial para identificar el problema correcto y buscar la intervención adecuada.
El retraso en el habla se refiere a dificultades en la producción de sonidos y la fluidez del habla. Un niño con retraso en el habla puede entender el lenguaje perfectamente, pero tiene problemas para articular palabras de manera clara. Por ejemplo, Juan, con retraso en el habla, tiene dificultad para pronunciar "carro" y dice "caro".
Por otro lado, el retraso en el lenguaje involucra problemas en la comprensión y el uso del lenguaje. Esto puede manifestarse en dificultades para entender lo que otros dicen (lenguaje receptivo) o para expresar pensamientos e ideas (lenguaje expresivo). Un niño con retraso en el lenguaje puede tener un vocabulario limitado, construir oraciones incorrectas o tener problemas para seguir instrucciones complejas. Por ejemplo, Sara, con retraso en el lenguaje, intenta decir "¿Podemos ir al parque?" pero dice "Yo ir parque".
Algunos niños pueden experimentar ambos retrasos, lo que hace aún más importante diferenciarlos para que puedan recibir el tratamiento adecuado. Mientras que el retraso en el habla afecta cómo se dicen las palabras, el retraso en el lenguaje afecta lo que se dice y se entiende.
En resumen, reconocer y diferenciar entre un retraso en el habla y un retraso en el lenguaje es crucial para proporcionar la intervención correcta. Es vital buscar la ayuda de un fonoaudiólogo si se sospecha alguno de estos problemas, para un diagnóstico y tratamiento adecuados, asegurando así el desarrollo comunicativo del niño.
¿Tu hijo tiene un retraso en el habla?
Entender si tu hijo está desarrollando el habla a un ritmo normal puede ser un desafío para muchos padres. A menudo surge la pregunta: ¿Es solo una cuestión de tiempo o hay algo más serio en juego? Para clarificar tus dudas, hemos preparado una lista de indicadores clave de retrasos en el habla, segmentada por edades, que te ayudará a decidir cuándo podría ser necesario intervenir profesionalmente.
A los 12 meses
- Tu hijo no usa gestos, como señalar o despedirse con la mano.
- Tiene dificultades para imitar sonidos.
A los 18 meses
- Tu hijo prefiere hacer gestos en lugar de vocalizaciones (sonidos) para comunicarse.
- Tiene dificultades para entender solicitudes verbales simples.
A los 24 meses
- Tu hijo solo puede imitar acciones.
- No produce palabras o frases espontáneamente.
- Dice solo algunos sonidos o palabras repetidamente, y no puede usar palabras para comunicar más que sus necesidades inmediatas.
- No puede seguir instrucciones simples.
- Tiene un tono de voz inusual (como ronco o nasal).
A los 36 meses
- Tu hijo no usa al menos 200 palabras.
- No pide cosas por su nombre.
- Es difícil de entender, incluso si vives con él.
¿Cómo se identifican o diagnostican los retrasos en el habla?
¿Te preocupa que tu hijo no esté desarrollando el habla como debería? Entender a tu pequeño es esencial, y cuando surgen dudas sobre su capacidad de comunicación, lo mejor es actuar pronto. Si notas algún retraso en su habilidad para hablar, es crucial buscar la orientación de un experto, como un Pediatra o un Fonoaudiólogo.
Durante una evaluación inicial, un profesional capacitado no solo observará cómo tu hijo habla, sino también cómo comprende el lenguaje de los demás, un aspecto igualmente importante. Esta evaluación incluirá:
- Comprensión del lenguaje: ¿Qué tanto entiende tu hijo de lo que se le dice?
- Expresión del lenguaje: ¿Qué tanto puede comunicar tu hijo verbalmente?
- Desarrollo de sonidos: ¿Se entienden los sonidos que tu hijo produce?
- Evaluación oral-motor: ¿Cómo funcionan en conjunto la boca, lengua y paladar de tu hijo tanto para hablar como para comer?
Basados en estos hallazgos, el especialista podrá determinar si tu hijo se beneficiaría de terapia del habla y lenguaje, diseñada específicamente para apoyar y mejorar sus habilidades comunicativas. Esta intervención no solo ayuda a tu hijo a encontrar su voz, sino que también refuerza su confianza y habilidades sociales.
¿Qué causa el retraso en el habla?
¿Te has preguntado alguna vez por qué tu hijo podría estar experimentando un retraso en el habla? A veces, estos retrasos son simplemente variaciones en el ritmo de desarrollo y tu hijo alcanzará sus compañeros con el tiempo. Sin embargo, en otras ocasiones, pueden ser indicativos de desafíos más amplios tanto en el desarrollo físico como intelectual.
Desafíos oromotores: A menudo, los niños con retrasos en el habla enfrentan obstáculos oromotores, originados en las áreas del cerebro que gestionan la articulación. Esta condición complica la coordinación de labios, lengua y mandíbula necesaria para formar los sonidos del habla claramente. Además, es común que estos niños experimenten dificultades adicionales relacionadas, como problemas durante la alimentación. Este conocimiento no solo explica el porqué de los desafíos en el habla, sino que también destaca la importancia de una evaluación temprana y una intervención adecuada para mejorar tanto la comunicación como la calidad de vida del niño.
Trastorno del desarrollo del habla y lenguaje: Los trastornos del desarrollo del habla y el lenguaje dificultan que los niños desarrollen habilidades normales de comunicación. Estos trastornos pueden ser indicativos de problemas subyacentes como discapacidades intelectuales o autismo. Detectar e intervenir tempranamente es crucial para mejorar el desarrollo del niño y mitigar efectos a largo plazo. Prestar atención a los signos y factores de riesgo permite brindar el apoyo adecuado desde una edad temprana.
Pérdida auditiva: Prestar atención a los signos de pérdida auditiva y actuar rápidamente puede marcar una gran diferencia en el desarrollo del habla y el lenguaje de tu hijo. No ignores los pequeños indicios; Si un niño no escucha bien o percibe el habla de manera distorsionada, le resultará difícil formar palabras correctamente. A menudo, la pérdida auditiva pasa desapercibida, aunque es fácil de identificar. Un signo revelador es cuando el niño no responde a nombres de personas u objetos, pero sí lo hace a gestos.
Trastorno del Espectro del Autismo: Los problemas de habla, lenguaje y comunicación pueden ser señales tempranas en esta conidición.
Falta de estimulación: Aprendemos a hablar de quienes nos rodean. Por lo tanto, es difícil para los niños recoger naturalmente el habla o las palabras si no están activamente expuestos al lenguaje. La falta de estimulación verbal puede impedir que un niño alcance los hitos del desarrollo asi como el excesivo tiempo en frente a dispositivos electronicos.
Exposición temprana a pantallas: El uso excesivo de dispositivos electrónicos desde temprana edad afecta el desarrollo del lenguaje en los niños pequeños, ya que esta reemplazando la calidad y la cantidad de las interacciones sociales cara a cara.
Problemas Neurológicos: Ciertos problemas neurológicos, como la parálisis cerebral, la distrofia muscular y la lesión cerebral traumática, pueden afectar los músculos necesarios para hablar.
Consejos para apoyar el desarrollo del habla de tu hijo
- Conversa regularmente: Hablar con tu hijo durante el día le ayuda a aprender el lenguaje en contexto. Describe lo que estás haciendo mientras cocinas, limpias o haces compras. Haz preguntas abiertas como "¿Qué crees que pasará después?" o "¿Cómo funciona esto?" Esto expone a tu hijo a nuevo vocabulario y estructuras gramaticales, ayudando a construir sus habilidades lingüísticas.
- Háblale mucho a tu hijo describiendo tus acciones diarias: Habla con tu hijo describiendo con detalle tus acciones diarias, como "Ahora estoy cocinando tu comida favorita" o "Vamos a ordenar tus juguetes juntos, este va aquí y aquel allá". Esto ayuda a tu hijo a asociar palabras con acciones y objetos, enriqueciendo su vocabulario.
- Lee juntos diariamente: Leer libros juntos introduce a tu hijo a nuevas palabras, ideas y conceptos. Escoge libros con imágenes coloridas e historias atractivas. Mantén el libro de manera que tu hijo pueda ver tanto las imágenes como tu cara, permitiéndole observar cómo mueves los labios y modelas la pronunciación correcta de las palabras. En lugar de hacer muchas preguntas, enfócate en narrar la historia y describir las ilustraciones, modelando un lenguaje claro y correcto. Esto ayuda a tu hijo a aprender a pronunciar palabras correctamente y a entender mejor el lenguaje.
- Juega con tu hijo: El juego interactivo proporciona oportunidades para que los niños usen y comprendan el lenguaje en un contexto natural. El juego de simulación, como jugar a la casita o a la tienda, fomenta la narración y el diálogo. Utiliza juguetes que presenten desafíos y requieran la participación del cuidador, como bloques de construcción o rompecabezas. Estos tipos de juguetes obligan a los niños a pedir ayuda y a comunicarse, estimulando así la conversación y el lenguaje descriptivo. Este tipo de interacción no solo mejora sus habilidades lingüísticas, sino que también fortalece el vínculo entre el niño y el cuidador.
- Crea un ambiente musical en casa: Reproduce canciones infantiles en español para que tu hijo las escuche, cante y baile. Esto facilita el aprendizaje de nuevo vocabulario y expresión oral. Aprender canciones nuevas fomenta la memoria, la comprensión auditiva y la expresión de ideas.
- Menos preguntas mas Modelamiento: Los niños aprenden el lenguaje imitando a los adultos a su alrededor. Habla con claridad y usa gramática adecuada cuando hables con tu hijo. Evita el "habla de bebé" y, en su lugar, usa oraciones simples pero correctas. Por ejemplo, si tu hijo dice "Perro corre", puedes responder con "Sí, el perro está corriendo". De esta manera, modelas la estructura correcta sin desanimar sus intentos de comunicación. En lugar de hacer muchas preguntas que puedan frustrar o confundir a tu hijo, enfócate en narrar tus acciones y describir lo que ves a su alrededor. Esto proporciona un modelo claro del uso del lenguaje y le permite a tu hijo escuchar y aprender cómo se estructuran las oraciones correctamente.
- Fomenta la interacción social: Las interacciones sociales con compañeros y adultos ayudan a los niños a practicar sus habilidades lingüísticas en diferentes contextos. Organiza citas para jugar, inscribe a tu hijo en actividades grupales o visita parques donde puedan interactuar con otros niños. El juego social les ayuda a aprender habilidades conversacionales, como tomar turnos, escuchar y responder adecuadamente.
- Cuando tu hijo te hable, préstale toda tu atención: Presta atención completa a tu hijo cuando te hable. Si le haces una pregunta, espera pacientemente su respuesta sin apresurar el silencio. Darle toda tu atención cuando habla fomenta su confianza para expresarse y comunicarse.
EVITAR EL BOMBARDEO DE PREGUNTAS:
Frecuentemente los adultos recurrimos a preguntas esperando las respuestas verbales de los niños, sin embargo, para algunos con retos en su componente expresivo verbal, el interactuar todo el tiempo por medio de estás causa el efecto contrario, el niño se siente cuestionado todo el tiempo y accede a respuestas biológicas procesadas en áreas cerebrales de regulación emocional (fight, fly, freeze), las cuales quieren decir: me están evaluando o me preguntan algo que aún no puedo decir entonces mejor peleo, me escapo o me congelo y no respondo. Con el objetivo de evitar esto vamos a emplear una comunicación más declarativa por medio de comentarios que son más amigables para el niño e incrementan las posibilidades de que escuchemos sus primeras palabras de forma espontánea. Cambiar el ¿qué es esto?, ¿cómo hace?, ¿cómo se llama?, ¿de qué color es? por comentarios y descripciones de lo que estamos haciendo o vemos al niño hacer.
- Yo vi un... (bote, perro, sombrero).
- Me gusta el/la… (carro, caballo, cubo, juguete).
- Quiero el/la …. (libro, manzana, moto, cuchara).
- Imitar sonidos por iniciativa del adulto (pipi, muuuu, pum), en vez de ¿cómo suena?, ¿cómo hace?.
De esta manera la interacción y el juego es más cercano, divertido y el niño fortalece su vínculo con papá y mamá en la medida que gana confianza para hablar.
Por último, en lugar de corregir errores gramaticales directamente, repite lo que tu hijo ha dicho de manera correcta, ofreciendo así un modelo positivo de lenguaje. Por ejemplo, si tu hijo dice "Yo no sabo cómo hacerlo", puedes responder "¡Ah! Yo no sé cómo hacerlo", y el papá continúa la interacción diciendo "Ven y te muestro cómo se hace, hagámoslo juntos", utilizando el mismo tiempo verbal que el niño y corrigiendo el error gramatical de manera implícita sin señalarlo directamente.
Ejercicios útiles en casa que los padres pueden utilizar para mejorar el retraso en el habla
Numerosos estudios demuestran que los padres o cuidadores juegan un papel esencial en ayudar a sus hijos a alcanzar sus metas de habla y lenguaje. Los padres pasan el mayor tiempo con sus hijos, y considerando que los niños aprenden a comunicarse durante las actividades cotidianas y conversaciones, nadie está mejor posicionado para ayudar a mejorar su retraso en el habla. Los Fonoaudiólogos deben empoderar a los padres y cuidadores para que asuman un papel más activo en el progreso de sus hijos, enseñándoles estrategias, y actividades que pueden practicarse diariamente. Cerebros en Acción ha desarrollado también varios videos instructivos con ejercicios útiles en casa para ayudarte a comenzar. Encontrarás toda la serie aquí. ▶️
¿Cómo evalúa y trata Cerebros en Acción el retraso en el habla?
Cerebros en Acción asigna a una de sus Fonoaudiólogas, Logopedas o Terepeutas del habla capacitadas para evaluar y tratar retrasos y trastornos del habla. Las terapias se realizan por computador a través de terapia virtual. La edad y el desarrollo de tu hijo influirán en cómo tu Fonoaudióloga interactúa con tu hijo a través de estas sesiones de video:
Edades 0-3: Para bebés y niños pequeños, nuestros terapeutas trabajan directamente con los padres para ayudarlos a reforzar el aprendizaje y las mejores prácticas en casa. Esto se debe a que las habilidades de construcción del habla y lenguaje ocurren a lo largo de la vida diaria de un niño, desde el tiempo de juego hasta la preparación de la cena y los rituales a la hora de dormir. Tu terapeuta de lenguaje y habla te proporcionará educación, herramientas, actividades y estrategias en casa para que puedas practicar las habilidades de comunicación en la vida cotidiana de tu hijo. Aunque se anima a los niños a sentarse junto a sus padres durante las sesiones de terapia en línea, no es necesario para este grupo de edad.
Aprende más sobre la importancia de la participación de los padres en la terapia del lenguaje y habla de los niños aquí.
Edades 3-6: A esta edad, los niños son más independientes y pueden beneficiarse de la instrucción entregada en las sesiones de terapia del lenguaje y habla virtual. En muchos casos, los niños asisten a las sesiones junto con sus padres para que ambos puedan aprender habilidades valiosas directamente del Fonoaudiólogo, Logopeda o Terapeuta de lenguaje y habla. Para los niños que tienen problemas para concentrarse con el aprendizaje virtual, los terapeutas continuarán trabajando con los padres para que las lecciones se puedan incorporar más fácilmente en casa.
Edades 7 en adelante: Aunque muchos niños mayores asisten a las sesiones virtuales de manera independiente, los padres son más que bienvenidos a unirse. Además, los padres están informados con actualizaciones y consejos. También tienen acceso directo a su profesional del habla a través de mensajes de texto para que las preguntas puedan ser respondidas en cualquier momento.
Tu fonoaudióloga, Logopeda o Terapeuta de lenguaje y habla de Cerebros en Acción realizará una evaluación detallada para determinar las fortalezas y diferencias actuales en la comunicación de tu hijo. A partir de ahí, construirán un plan de tratamiento con objetivos adaptados para tu hijo.
La terapia del lenguaje es una asociación entre el paciente, la familia y el fonoaudiólogo o Terapeuta de lenguaje y habla. Todas las familias activas en Cerebros en Acción tienen acceso a nuestro portal de familias, que presenta Rutas de Aprendizaje Educativas que cubren las estrategias enseñadas en las sesiones de terapia. Puedes acceder a ejemplos, consejos, videos demostrativos y más para ayudar a apoyar a tu hijo en casa. Además, a través del portal, recibirás actividades de práctica en casa semanales adaptadas a las necesidades de tu hijo. ¡Cuanto más practiques las técnicas de terapia del lenguaje en casa, entre sesiones, más rápido progresará tu hijo!
Preguntas sobre el retraso en el habla para hacerle al Pediatra, Neuropediatra, Fonoaudiólogo, Logopeda o Terapeuta de lenguaje y habla.
- ¿Por qué mi hijo aún no habla?
- ¿Es normal que mi hijo aún no hable a su edad?
- Mi hijo parece tener problemas para entender lo que digo, pero responde a los gestos. ¿Es posible que tenga pérdida auditiva?
- ¿Podría mi hijo tener una reatraso en su desarrollo?
- ¿Podría mi hijo tener un diagnóstico en el aprendizaje?
- ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a hablar o entender mejor?
- ¿Qué tipos de ejercicios, actividades o juegos puedo hacer con mi hijo para fomentar el desarrollo de su habla?
- ¿Cómo afectará un retraso en el habla al aprendizaje escolar de mi hijo?