Brindamos el tratamiento necesario y especializado en Medellín para niños con dificultades en el procesamiento de la información sensorial. Nuestra terapia de integración sensorial mejora el procesamiento de estímulos y la coordinación motriz. Abordamos desafíos relacionados con la sensibilidad a los estímulos, el comportamiento y la atención. Trabajamos junto a los padres para que cada niño pueda aprender, jugar y crecer felizmente.
Comprendiendo el Mundo Sensorial
Para entender la integración sensorial, es importante conocer los diferentes sistemas sensoriales que nos permiten experimentar e interactuar con el mundo que nos rodea. Estos incluyen:
Los Cinco Sentidos Tradicionales: Vista, oído, tacto, gusto y olfato, que nos brindan información básica sobre nuestro entorno.
- Propiocepción: El sentido de la posición corporal y el movimiento muscular, que nos permite saber dónde están nuestras extremidades en el espacio y movernos con coordinación.
- Sistema Vestibular: Responsable del equilibrio y el movimiento, nos ayuda a mantenernos erguidos, coordinar nuestros movimientos y comprender nuestra posición en relación a la gravedad.
- Interocepción: Este sentido nos conecta con las sensaciones internas de nuestro cuerpo, como el hambre, la sed, la temperatura y las emociones.
Cuando estos sistemas sensoriales funcionan de manera óptima, los niños pueden procesar la información de su entorno de forma eficiente, permitiéndoles aprender, jugar e interactuar con el mundo de manera efectiva. Sin embargo, cuando hay dificultades en el procesamiento sensorial, los niños pueden experimentar desafíos como:
- Hipersensibilidad: Reacciones excesivas a estímulos sensoriales, como ruidos fuertes, luces brillantes o texturas específicas.
- Hiposensibilidad: Falta de respuesta a estímulos sensoriales, lo que puede llevar a la búsqueda de sensaciones intensas.
- Dificultades motoras: Problemas con la coordinación, el equilibrio y la planificación motora.
- Desafíos en la atención y el enfoque.
- Problemas con la regulación emocional y conductual.
¿Cómo saber si mi hijo/a necesita Integración Sensorial?
- Es selectivo para comer, rechaza ciertas texturas y sabores, y puede vomitar con ciertos alimentos.
- No le gusta que le laven, ni corten el pelo o las uñas.
- Tiene dificultades para dormir, se despierta constantemente.
- Se tropieza, cae con facilidad, tiene problemas para correr y saltar.
- Quiere irse de lugares concurridos, evita multitudes y lugares ruidosos.
- Reacciona exageradamente a sonidos como sirenas, licuadoras y otros ruidos fuertes.
- Se enoja, frustra o irrita fácilmente, hace pataletas constantes de difícil manejo y es difícil calmarlo.
- Rechaza ciertas texturas en la ropa, alimentos y juguetes.
- No se queda quieto o por el contrario es muy cauteloso, busca estímulos intensos girando sobre su eje, mordiendo objetos o buscando presión física intensa.
- Es extremadamente sensible a ruidos fuertes, luces brillantes, ciertos olores, o no reacciona a estímulos sensoriales que otros niños notarían fácilmente.
- Tiene dificultad para agarrar objetos pequeños, usar tijeras o manipular juguetes, y tiene problemas para escribir o dibujar con precisión.
- Se distrae con facilidad, le cuesta mantenerse enfocado en una tarea y tiene dificultades para seguir instrucciones o completar actividades.
- Tiene dificultades para adaptarse a cambios en la rutina o el entorno, y se sobresalta fácilmente ante estímulos inesperados.
¿Tienes preguntas?
La integración sensorial es la capacidad del cerebro para procesar y dar sentido a toda la información que recibe del cuerpo y del entorno.
Esto incluye información de los sentidos: vista, oído, tacto, gusto olfato y de los sentidos menos conocidos como la propiocepción (nuestra percepción de la posición y el movimiento del cuerpo) la interocepción ( ensaciones internas de nuestro cuerpo)y el vestibular (nuestra percepción del equilibrio y el movimiento).
Cuando el cerebro puede integrar toda esta información correctamente, nos permite interactuar con el mundo que nos rodea, aprender y desarrollar habilidades. Sin embargo, si hay dificultades con la integración sensorial, se pueden generar desafíos en la atención, aprendizaje, lenguaje-habla, comportamiento y emociones.
Los procesos son individuales, dependen de cada niño y su reto puntual.
La permanencia mínima inicial sugerida por nosotros es de 6 meses para identificar avances y progresos en el proceso. Con una intensidad de 1 o 2 citas semanales.
Tenemos niños en procesos alrededor 12 meses. Otros por tiempo indefinido. Los procesos de terapia terapia ocupacional con certificación en integración sensorial toman tiempo, más aún cuando tenemos niños con algún tipo de diagnósticos en su neurodesarrollo.
Las decisiones de terapias, intensidad y procesos se determinan con la familia en la evaluación inicial.
A niños con retos para el procesamiento sensorial, que presenten una o muchas de las señales de alerta. Atendemos niños de 0 a 12 años.
En Cerebros en Acción, reconocemos que el mundo sensorial de un niño es la base para su desarrollo y bienestar. Comprendemos que algunos niños enfrentan desafíos al procesar la información que reciben a través de sus sentidos, lo que puede afectar diversas áreas de sus vidas, desde el aprendizaje y la interacción social hasta la regulación emocional. Nuestro equipo de terapeutas ocupacionales especializados está aquí para ayudar, ofreciendo un enfoque personalizado y efectivo para la terapia de integración sensorial.
Evaluación Personalizada:
En Cerebros en Acción, creemos en la importancia de una evaluación exhaustiva para comprender las necesidades individuales de cada niño. Nuestra evaluación incluye:
- Observación del niño: Analizamos cómo el niño responde a diferentes estímulos sensoriales durante el juego y las actividades cotidianas.
- Pruebas estandarizadas: Utilizamos herramientas de evaluación validadas para obtener una medida objetiva de las habilidades de procesamiento sensorial del niño.
- Entrevistas con padres y cuidadores: Recopilamos información valiosa sobre la historia del desarrollo del niño y sus desafíos sensoriales en el hogar y colegio.
Esta evaluación nos permite identificar qué sistemas sensoriales están inmaduros, el grado de hiposensibilidad o hipersensibilidad, y las áreas específicas donde el niño necesita apoyo.
Plan de Intervención Individualizado:
Con base en la evaluación, desarrollamos un plan de intervención personalizado que se adapta a las necesidades sensoriales únicas de cada niño. Este plan puede incluir una variedad de estrategias y actividades, tales como:
- Juego sensorial: Utilizamos columpios, pelotas de terapia, texturas variadas, luces y sonidos para proporcionar experiencias sensoriales controladas y terapéuticas.
- Actividades de movimiento: Fomentamos el movimiento vestibular a través de actividades como columpiarse, saltar, girar y balancearse.
- Actividades de motricidad fina: Desarrollamos habilidades motoras finas a través de actividades como dibujar, pintar, jugar con plastilina y manipular pequeños objetos.
- Actividades táctiles: Exploramos diferentes texturas y materiales para aumentar la tolerancia y disminuir la defensividad al tacto.
- Protocolos de cepillado: Implementamos Protocolos y técnicas de cepillado, para proporcionar información propioceptiva profunda.
Integrando Estrategias Sensoriales en la Vida Diaria:
Creemos que la terapia de integración sensorial se extiende más allá de nuestras sesiones. Trabajamos con los padres y cuidadores para desarrollar un "plan sensorial" o "estilo de vida sensorial" personalizado que incluye estrategias y actividades para apoyar al niño en su entorno diario, tanto en casa como en el colegio. Esto puede incluir:
- Creación de un espacio sensorial en casa: Designar un área tranquila con herramientas sensoriales como mantas pesadas, juguetes que proporcionan presión profunda y materiales con diferentes texturas.
- Incorporar actividades sensoriales en las rutinas diarias: Incluir actividades como saltar en un trampolín antes de hacer la tarea o utilizar una pelota de bobath.
- Modificar el entorno: Ajustar la iluminación, el ruido y la disposición de los muebles para crear un espacio más regulador para el niño.
Beneficios de la Terapia de Integración Sensorial:
La terapia de integración sensorial puede tener un impacto significativo en la vida de un niño, incluyendo:
- Mejor regulación emocional y conductual: Los niños aprenden a manejar sus respuestas sensoriales, lo que lleva a una disminución de las rabietas y un mejor control de las emociones.
- Mayor participación en actividades de la vida diaria: Los niños se vuelven más capaces de participar en actividades cotidianas como vestirse, comer y jugar.
- Desarrollo de habilidades motoras: Mejora de la coordinación, el equilibrio, la planificación motora y las habilidades motoras finas.
- Incremento de la atención y el enfoque: Los niños pueden mantener la atención por períodos más largos y concentrarse en las tareas.
- Mejoramiento de las habilidades sociales y de comunicación: Aumento de la confianza en sí mismos y la capacidad de interactuar con los demás.
En Cerebros en Acción, estamos dedicados a guiar a los niños hacia un mundo sensorial equilibrado, donde puedan explorar, aprender y alcanzar su máximo potencial. Si crees que tu hijo puede tener dificultades de integración sensorial, contáctanos. Estamos aquí para ayudarte.
¡Únete a nuestra comunidad de Instagram!
¡Contamos con más de 14.5k seguidores! Compartimos consejos, recursos y vistazos a las actividades diarias en nuestros espacios para inspirar, educar y ayudar a tu hijo a lograr sus objetivos de comunicación.